Los dramas familiares, los recuerdos y la búsqueda del flamenco protagonizan la segunda jornada en la Sección Documentales
La sección oficial de Documentales a concurso ha presentado este sábado los cortos ‘Dos cipreses’ y ‘Corre o vento’, y los largos, ‘Saturno’ y ‘Pepi Fandango’.
Los cortometrajes ‘Dos cipreses’, nuevo trabajo del jovencísimo director Nicolás Martín Ruiz, y ‘Corre o vento’, de los directores gallegos Paula Fuentes y Guillermo Carrera; y los largos ‘Saturno’, del cineasta Daniel Tornero, y ‘Pepi Fandango’, de la cineasta croata Lucija Stojevic han sido las propuestas de este primer sábado en la Sección Oficial de Documentales a concurso del 27 Festival de Málaga.
En el cortometraje ‘Dos cipreses’, Nicolás Martín Ruiz (que en 2022 presentó en el Festival de Málaga su primer largometraje, ‘Tener tiempo’, junto a Mario Alejandro Arias y Gabriela Alonso Martínez) hace un recopilatorio de las grabaciones que su padre Javier, a modo de diario, le enviaba en 2020 durante el confinamiento. En estas grabaciones caseras, el padre de Nicolás detallaba su vida durante un largo periodo de readaptación después de una etapa atado a algunas adicciones.
Lo que empezó como una alternativa a los encuentros físicos imposibilitados por la pandemia, acabó como una especie de terapia entre padre e hijo, separados durante años. ‘Usar el video para mí es una manera de hablar de cosas difíciles. Esta película ha sido una terapia para mí y un regalo para mi padre’, ha explicado Martín Ruiz en el coloquio posterior a la proyección.
Los dilemas familiares también han servido de argumento para el cineasta Daniel Tornero en ‘Saturno’, su primera película y con la que participa en el Festival de Málaga tras haber ganado el premio a mejor documental en desarrollo en el Talent Lab del Atlántida Mallorca Film Fest.
En su largometraje, Daniel Tornero relata el reencuentro con su abuelo, a la espera de entrar en prisión tras haber sido detenido por abuso de menores e intento de secuestro. Mientras tanto, su familia se reúne en su casa de campo y lidia con las consecuencias emocionales de haber crecido bajo esta figura paterna. ‘El mito del padre en sí; la familia patriarcal, sus luces y sombras. Esto es lo que acabo abordando en mi película’, explicaba Daniel Tornero a los espectadores que llenaban el coloquio.
La segunda jornada de la sección oficial de Documentales a concurso en la Sala de Turismo y Deporte ha contado también con los directores gallegos Paula Fuentes y Guillermo Carrera para presentar su corto documental ‘Corre o vento’, una delicada pieza sobre Vilar do Courel, una pequeña aldea que lleva décadas resistiéndose a desaparecer y sus tres últimos habitantes. Con una espectacular fotografía, capturando una atmósfera casi sombría, el cortometraje logra transmitir el miedo que sentían sus protagonistas en perder su querida aldea.
‘Guillermo y yo supimos desde el primer momento que queríamos hacer algo sobre nuestra tierra y enseñar esta resistencia al despoblamiento, principalmente en Galicia’, ha sealado la directora Paula Fuentes a los asistentes, que agradecían su intervención y su valentía por hacer visible la lucha de tantas personas de la España vaciada pero llena de recuerdos.
La búsqueda de las raíces del flamenco
Los viejos recuerdos sirven también de motivación para Peter Pérez, un hombre de 87 años conocido como Pepi, que se embarca en un viaje desde su casa en Viena al pueblo de Paterna de Rivera, en Andalucía. Acompañado de su mejor amigo, el guitarrista Alfred, Pepi emprende la búsqueda por el flamenco más auténtico con el objetivo de escribir su propio fandango. Así se podría resumir el último documental de la jornada; ‘Pepi Fandango’.
Dirigido por la cineasta croata Lucija Stojevic, la película es también el resultado de su amistad de diez años con el protagonista, un superviviente del holocausto. ‘Le conocí haciendo mi última película y, nada más conocerlo, me puso un disco de fandango. Al momento se puso a llorar’, relataba la directora en el turno de preguntas y respuestas. Optimista y soñador, Peter René Pérez confesó al público que ‘ha sido muy difícil hablar de mi vida, de mi infancia. No hay que olvidar que nosotros, supervivientes, nos sentimos culpables porque otros no han logrado vivir’.
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